martes, 10 de enero de 2012

Capítulo 29

Al caer la noche, todos habían decidido lo que harían, Jared Amy y Ryan seguirían con Emily, y Gerard Frank, Ray y Laura vendrían conmigo. Después de todo no nos separaríamos. Nos reunimos todos de nuevo en el recibidor. Se produjo un largo e incómodo silencio.
-¿Y bien? – me dijo Emily, pero bastante alto, como si quisiese que todos la oyesen.
-¿Y bien qué?- respondí, en un tono mucho más bajo.                                                        
-¿Sabes ya hacia dónde iremos?- preguntó Jared, dirigiéndose a mí.
-¿Yo? – respondí, atónita, señalándome.
-¿Quién si no? ¿no eres tú Twisted Fistfight? ¿el…la Gran twisted fistfight? ¿Aquella que llevó a cientos de killjoys a Sleep City para conquistarla? Y que lo consiguió – añadió. Esos comentarios cayeron sobre mi como un cubo de agua fría. Hice aquello hacia ya 6 años, perdimos a mucha gente, pero nos hicimos notar y reavivamos las esperanzas perdidas de miles.
Por aquel entonces solo tenía 16 años, era apenas una cria ansiosa por luchar, y tal vez si no lo hubiese sido no lo habríamos logrado.
-Sí…-musité.- Sí- repetí un poco más alto, y me levanté de la mesa donde estaba sentada- Sí- repetí, esta vez sonó  más como un grito. Y en mi cara apareció una mueca que era un intento de sonrisa, pero demasiado amarga como parecer real. Les miré, tenía ante mí a 9 personas dispuesta a darlo todo... les podría decir que partiésemos en ese mismo momento, y lo habrían hecho sin contemplaciones. Sin embargo yo no quería aquello, no quería llevarlos a una guerra injusta en la que podrían morir. Me sentía débil e indefensa ante ellos, poer sabía lo que yo significaba en sus corazones, yo era la esperanza que estaban buscando la que tanto ansiaban y necesitaban. Y no podía negársela.
-Saldremos mañana al amanecer, Laura , Emily, Amy y Ryan irán en la furgoneta de Emily, el resto en el coche, yo iré en la moto.- mi voz sonó fría y sin ninguna emoción, pero todos asintieron conformes.
-Todo el mundo llevará su máscara y su pistola laser a mano, a la mínima señal de alerta, todos a cubierto, yo los distraeré. ¿Alguna duda?
-¿Hacia dónde iremos?- preguntó Ray tras un breve silencio.
-Hacia donde sople el viento.- respondí, y tras despedirme con apenas una imperceptible inclinación de cabeza, me fui a mi habitación. Me cambié la camiseta por la que había dejado encima de la cama, deje la que tenia puesta encima de la bolsa, me entré en la cama y empecé a limpiar mi pistola laser con un pañuelo. Al cabo de lo que calculo que serían unos 20 minutos alguien entró en mi habitación. Me giré bruscamente y apunté a esa figura con la pistola.
-vaya, lo de ser twisted fistfight se te ha subido un poco a la cabeza- dijo la inconfundible voz de Mikey.
-¿Qué quieres?- dije bajando el arma.
-bueno…venía a darte nuestra última sesión de sexo salvaje en esta cama, pero ya veo que no estás de humor- respondió, y caminó despacio hacia la puerta, le intercepté aún riéndome.
-Hay demasiada gente aquí- dije- les despertaríamos.
-¿Desde cuándo te ha importado eso?- dijo forzando una mueca de seriedad.
-Desde que mi mejor amiga está aquí.- respondí empujándole.
-Vale, vale, ya me ha quedado bastante claro que no me quieres- dijo sentándose en la cama y poniendo un puchero en la cara.
Me senté sobre sus piernas, lo agarré del cuello y lo traje hacia mí, besándolo hasta que tuve que coger aire para poder respirar.
-Jamás vuelvas a decir eso- le dije en tono amenazador.
-Está bien, está bien, me rindo…tú ganas, como siempre-dijo tirando de mí hasta caer los dos sobre el colchón.


Abrí los ojos y aún estaba oscuro, me levanté y me vestí aún era pronto para despertar a Mikey, pero yo tenía que poner a punto mi moto, salí al patio trasero, destapé mi moto y sonreí. Aquella maravilla era perfecta.
-¿qué haces despierta tan temprano?- dijo alguien a mi espalda, en un acto involuntario mi mano ajó a mi cintura, donde se suponía que debía estar mi arma, pero allí no había nada. Me di la vuelta y vi a Jared.
-Supongo que podría preguntarte lo mismo- dije y le dediqué una media sonrisa.
-¿Es tuya?- preguntó
-Sí.
-Es una preciosidad.
-Lo sé.
-Dejaron de fabricarlas hace…ya he perdido la cuenta, ni si quiera se en qué año estamos…
-2032.
-¿Qué?
-Estamos en el año 2032. Dejaron de fabricarlas hace 20 años, es difícil conseguir piezas de repuesto, pero me las apaño.
- no podría estar en mejores manos…¿Vas a hacer algo?
-Voy a revisarla, le voy a limpiar un poco el polvo y quería darle un repaso al motor- dije haciendo un repaso mental. ¿Quieres ayudarme? – por fín había encontrado a alguien que entendía mi obsesión con esa moto, y no pensaba dejarlo escapar.
-¿Estás de broma? ¡Pues claro! ¿Por dónde empiezo?- gritó. Parecía un niño pequeño con un nuevo juguete, y tal vez lo era. Sonreí. Quizás demasiado.
Cuando el sol terminó de salir ya habíamos terminado.
-¿Quieres oírla rugir? – dije limpiándome la grasa de las manos.
-Por supuesto – dijo él, pasándose la mano por su frente sudorosa.
-Adelante- dije, me aparté y le hice un gesto con las manos.
-¿Qué? ¿Yo? ¡No! – dijo apartándose.
-¡Oh venga! Te lo mereces, has hecho todo el trabajo
-¡No! ¡No puedo! ¡Es…Tuya! – dijo algo más calmado, y entonces entendí.
-Entonces…te ordeno que subas – dije firme.
- No…-susurró yo le hice un gesto que se podría interpretar como un “¿Piensas desobedecerme?”. No dijo nada más, se subió a la moto y arrancó. El motor emitió su característico rugido y a Jared parecía que le iba a dar un infarto de un momento a otro.
Apagó la moto y nos quedamos allí unos instantes. Finalmente se bajó y me dio las gracias, yo le sonreí y saqué la moto de allí. La dejé preparada en la entrada y fui al recibidor. Todos estaban allí, listos para salir.
-¿Alguien ha cambiado de idea?- pregunté. El silencio me dio la respuesta. Salimos y cada uno fue a su lugar asignado. Emily, Mikey y yo nos quedamos un poco apartados. Mikey y yo nos despedimos con un beso y él se fue.
-Cristina…-dijo Emily.
-¿Qué ocurre?
-Tenemos un problema…-continuó, yo me preocupé excesivamente. – tenemos un terrible problema- dijo, y yo palidecí un poco, le indiqué con un gesto que continuara- verás, no he querido decírtelo antes pero…- la agarré de los hombros y la miré fijamente a los ojos.-Veras…es que…no hay viento.
Sonreí muy a mi pesar, me había hecho pasar un mal rato.
-¿Hacia dónde iremos?- añadió.
-No te preocupes, tú ve, ahora voy- Dije. Vi como se alejaba. Me di la vuelta y contemplé el motel. Me iba de nuevo y él siempre me esperaba, no importaba lo que tardase, siempre estaba igual, por muchos años que pasasen. Y siempre me costaba despedirme de aquel lugar. Demasiados recuerdos tal vez. Acaricié la puerta y eché el cerrojo. Saqué una moneda del bolsillo del pantalón. Cara : Norte  Cruz: Sur. La lancé al aire. Me puse el casco y las gafas de sol, subí a la moto, arranqué haciendo rugir el motor, y le dediqué otro rugido a Jared, con un grito de júbilo avancé rápida por la carretera, disfrutando de la sensación de libertad que conducir esa moto producía en mí.

lunes, 9 de enero de 2012

Capítulo 28.

Vaya- fue lo único que pudo decir.
-Si…vaya…-Respondí yo a la vez que me acomodaba en la cama.
-Pero…si…no lo entiendo- dijo, y se sentó junto a mí.
-¿Qué es lo que no entiende ahora tu cerebro privilegiado?- pregunté con cierto sarcasmo.
-Vamos a ver- dijo, y gesticuló con las manos, haciendo un esquema en el aire- Salémonos el drama. Primero:  si puedes acabar con Korse ¿porqué no lo has hecho ya? Segundo: tuvo la oportunidad de matarte ¿porqué no l hizo? Tercero: ¿que pueden contener esos archivos para que la industria los necesite? Cuarto ¿porqué no lo has descubierto ya? Quinto ¿porqué no ha vendió Korse a buscarte para obligarte a abrirlo?- tras todas estas preguntas se produjo un largo silencio, que yo rompí con un suspiro. Me incorporé e intente responder a sus preguntas:- Primero: eso es cierto, pero también acabaría con Batery City, y allí hay muchos killjoys retenidos, habría que evacuar la ciudad antes. Segundo: no me mató porque me necesita, soy la única que puede abrir esos archivos. Tercero: ni idea… Cuarto: porque necesito una conexión a la  red  y por aquí no hay ninguna. Quinto: no lo sé, supongo que sabe que no haré nada que pueda ayudarle, y también sabe que voy a abrir eso archivos, tal vez me esté dando tiempo para hacerlo, por no se cómo voy a hacerlo…tal vez se canse de esperar y venga a por mí… no sé, son solo suposiciones…
-Bien, lo primero es lo primero, sabe que estáis aquí, a si que vámonos. –dijo firme.
-¿Irnos Emily? ¿A dónde? No tenemos a donde ir… - respondí, y sentí una punzada en el estómago.
-A cualquier sitio… ¿recuerdas cuando éramos pequeñas…y soñábamos con fugarnos juntas? No sabíamos a donde iríamos, solo queríamos irnos. Pues esto es parecido. Nos vamos. Y punto.- terminó la frase con una sonrisa.
-Está bien…- accedí, y ¿cómo no hacerlo ante aquella lógica aplastante? – pero, hay que avisar al resto, y dejar que elijan, no podemos obligarlos a venir. – tras decir eso se me hizo un nudo en la garganta.
-De acuerdo, vamos.- se levantó de un salto  y yo la seguí.


-¿A dónde?- preguntó Frank.
-No lo sabemos, pero nos vamos de aquí, este lugar ya no es seguro.- respondí.
-bien, ¿Cuándo nos vamos?- dijo Gerard desde atrás, que había estado callado hasta ahora.
-Cuanto antes.- respondió Emily.
-¿Mañana?- añadió Gerard.
-Está bien. Mañana nos vamos, tenéis hasta entonces para decidir si venís o no. –Terminó Emily.
Yo le dediqué una mirada a Gerard y me volví hacia Mikey, le hice un gesto y salimos del recibidor.
-¿Vas a venir? – pregunté llena de incertidumbre.
Pareció dudar al responder – Claro…
-Eh, ¿qué pasa?- dije preocupada. Se acercó a mí y dejó un beso en mis labios.
-Nada, es solo que es tan repentino, pero no te preocupes, iré contigo.- dijo mientras sujetaba mi cara entre sus manos.
-Oye, si no quieres venir, lo entenderé, no sé cuánto tiempo estaremos fuera, ni dónde estaremos ni si quiera sé si volveremos aquí…-me interrumpió sellando mis labios con los suyos.
-Contigo, hasta el fin del mundo.- me estremecí al oírle decir eso y le abracé con toda la ternura que pude.
-¡Ey! Tortolitos, que hay que prepararse-la voz de Jared me sacó de mis pensamientos y me hizo sonrojar.
Fui a mi habitación, saqué una bolsa de equipaje de uno de los armarios y empecé a llenarla con mis cosas. Dejé una camiseta y mi pistola laser sobre la cama. Fui al baño, me lavé la cara para quitarme todas las dudas que tenía en la cabeza. Me miré en el espejo y sonreí, por fin un poco de calma… Quien me iba a decir, que esa solo era la calma que precede a la tempestad, y que mis problemas aún no habían terminado de empezar.



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Sí lo sé, soy una maldita vaga... pero he publicado¡
El fict no está abandonado del todo.
Siento que tenga que ser corto, pero es que últimamente he estado muy extresada. Sorry.
Prometo que mañana subiré 2 para compensaros por todo.