Discutimos, discutimos mucho y muy alto. Ray intentó calmarnos, pero no pudo hacer nada.
Cayó la noche, yo la pasé en el interior del coche, fuera de la gasolinera, totalmente sola.
Por la mañana no desayunamos, pusimos rumbo directo a la zona 6. Iba a ser un viaje largo, duraría casi tres días.
En el coche todos estábamos callados. Ray encendió la radio, sonaba una canción, una que parecía muy buena, con un estribillo muy divertido, antes de poder darme cuenta, la estaba cantando.
-¿Te gusta?- dijo Gerard en un tono simpático. Me resultó raro, habíamos discutido muy fuertemente y ahora estaba tan feliz.
-Pues…Molonea- le respondí.
-Es nuestra.- dijo Frank.
-¿Qué?- dije muy asombrada. Todos rieron, entonces me pareció que la canción decía “tengo muchos monederos”.
-¿Qué acaba de decir la canción?- dije medio riendo.
-¿A qué te refieres?- dijo Mikey.
-No nada-respondí riéndome.
Entonces todos empezamos a cantar aquella canción, y cuando terminó empezamos a reir. Ahora todo parecía normal, ya nadie se acordaba de la discusión. Paramos en medio del desierto, estaba anocheciendo, y tendríamos que pasar la noche allí, en medio de la nada.
Ray y Frank encendieron una hoguera, mientras que Gerard buscaba señal para la radio.
Mikey se acercó a mí y me rodeó con su brazo.
-Esperemos que esta vez no nos interrumpan los draculoides- bromeó.
Me tumbé en el suelo y empecé a contar estrellas.
-¿Quieres algo para comer?- me dijo Frank, haciendo que perdiese la cuenta.
-Vaya, ya lo has fastidiado- dije.
-¿Qué he hecho yo ahora?- preguntó.
-Pues que estaba yo tan tranquila contando las estrellas y vas tu y me haces perder la cuenta- dije bromeando.
-Pues lo siento señorita, pero ahora me comeré tu ración.-respondió en tono de burla. Entonces me abalancé sobre él para quitarle su lata de comida, nos metimos en una mini pelea para conseguir la lata. Acabé ganando, aunque lo cierto es que me dejó ganar. Pero me dio un poco de pena y la acabamos compartiendo.
-Aver chicos. ¿Quién dormirá en el coche y quien aquí fuera?- dijo Gerard.
-a mí me da igual- dije.
-Bueno, yo pienso que ella debería dormir dentro-dijo Frank.
-De verdad, no hace falta, no sería la primera vez que duermo a la intemperie.-respondí.
-Está bien. ¿Quién la acompaña?- dijo Gerard. Entonces se produjo un silencio incómodo.
-¿Porqué no duermo yo fuera, y dos de vosotros dentro?- respondí.
-No, tu duermes dentro.-Dijo Frank.
-¿Yo sola?- pregunté.
-Claro que no…podrías dormir conmigo- dijo Mikey.
Gerard y Frank, asesinaron a Mikey con la mirada.
-Por mí vale- dije.
-Por mí no- dijo Frank.
Volvimos al silencio incómodo de hacía un rato.
-Será mejor que yo duerma fuera.- dije.
-¡No¡-gritó Gerard. –Lo echaremos a suertes.
Gerard sacó una moneda del bolsillo derecho de su pantalón.
-Cara, Frank, Cruz, Mikey, el que gane contra mí.- la lanzó al aire. Yo cerré los ojos.
-Mierda- oí decir a Mikey.
-Bien, esto será entre tú y yo- dijo Gerard.
-Jódete capullo- dijo Frank.
Abrí los ojos y les miré, Mikey estaba de espaldas al fuego, Gerard le acompañó y Frank caminaba hacia mí.
-Parece ser que nos ha tocado juntos- dijo.
-sabéis, me parece genial que me tratéis como algo que se puede ganar o perder.-dije lo suficientemente alto para que todos me oyeran.
-No digas eso- dijo Frank mientras me daba la mano.
No me dio tiempo a decir nada más, Frank tiró de mí en dirección al coche.
Entramos y nos sentamos en los asientos de atrás.
Nos quedamos mirándonos fijamente unos minutos, después él se acerco a mí, nuestros labios se rozaron, pero yo me aparté.
-¿Qué pasa?- dijo.
-Nada.- me acerqué a él y le devolví el beso. Noté su sonrisa, por lo que yo también sonreí.
Empezó a desabrocharme la blusa. Le paré.
-Hoy no-dije.
-¿Porqué?-respondió.
-Lo bueno se hace esperar- dije. Le bese, me acomodé en el asiento, y me quedé profundamente dormida.
DIOS! me encanta! tengo unas ganas de saber como continua, pero "Lo bueno se hace esperar" :DD
ResponderEliminarjejeje mola muchoo!! Ya estás tardando ehh!! xDD
ResponderEliminarPD:molonea eehh!! de que me sonara a mi eso¿!! xDD