El viaje fue largo, quizás demasiado largo. Nadie dijo una palabra, cada uno estaba absorto en sus pensamientos.
Llegamos a una gasolinera.
-Vamos a pasar la noche aquí- dijo Gerard.
Entramos. Cenamos y cayó la noche. Sabía que tenía que habar con ellos, pero no sabía cómo. Respiré hondo y salí a fuera. A los pocos segundos apareció Frank.
-Scarlet…- me dijo mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo. -¿Quieres?- me dijo.
Qué diablos, claro que quería, no sabía ni si quiera si me gustaba, pero era lo que más me apetecía en ese momento. Lo encendió, y tras dar una pequeña calada, me lo pasó. Seguimos así hasta que acabamos con él. No dijimos nada más, hasta que se puso frente a mí.
-Dime la verdad- volvió a mirarme a los ojos.
-¿Qué verdad quieres?- le respondí.
- ¿me quieres?
-Sí.
-¿Y a Gerard?
-Sí.
Negó con la cabeza, se acercó aún más a mí y dijo.
-¿Me quieres?
Rehuí su mirada, pero me agarro la mandíbula y giró mi cabeza hacia él.
-Respóndeme.
-Sí.
-¿Si qué?
¿De verdad quería que lo dijese?, parecía que sí, porque repitió la pregunta varias veces.
-Yo……
No me salían las palabras, me mordí el labio. Se inclinó hacia mí diciendo
-Di no si quieres que pare- cada vez estaba más cerca, en escasos segundos nuestros labios quedaron unidos y dos lenguas reafirmaron la unión. Se separó lentamente y con una dulce sonrisa dijo –Scarlet…te
Gerard nos interrumpió, no sé si aposta o conscientemente. Pero al verle, Frank sonrió pícaramente y volvió al interior de la gasolinera. Gerard se acercó a mí, estábamos apoyados sobre la pared cuando dijo.
-¿Ves aquella estrella?
Miré al cielo, allí estaba, era más brillante que el resto. Asentí con la cabeza.
-Se supone que me da suerte, siempre que la veo, me pasa algo bueno.
Sin darnos cuenta nuestras manos se entrelazaron. ¿Me gustaba Gerard? Y si era así, ¿Me gustaba Frank? Pero en ese momento no tenía tiempo para pensar.
-Gerard…yo.- le dije mientras le miraba –yo…-él seguía mirando al cielo, a su estrella.
-Gerard, creo que…- insistí para que me mirase.
Pero él seguía en su mundo. De repente, se giró bruscamente, me sujetó la cara y me besó apasionadamente.
-¿Responde eso a tu pregunta?- dijo varios segundos después.
-bueno, no era una pregunta, pero, creo que sí.- respondí.
Se fue, me quedé sola, pero lo necesitaba, necesitaba pensar ¿Qué coño estaba haciendo? O me gustaba Gerard, o me gustaba Frank, no podían gustarme los dos. Me dejé caer sobre el suelo. Apoye la cabeza en mis rodillas, respiré hondo.
-Hey- oí decir a alguien. Alcé la mirada. Y allí estaba Mikey.
-¿Qué pasa Scarlet?- dijo a la vez que se sentaba junto a mí.
Le miré, pero veía borroso, las lágrimas se habían acumulado en mis ojos y no me dejaban ver nada claro. Mikey me rodeó con su brazo.
-¿Qué ocurre?- dijo con la voz más dulce que había oído en mi vida.
-Mikey…es que…- no pude más y rompí a llorar.
Él me sujetó la cara y me limpio las lágrimas con los dedos. Ahora veía con más claridad. Tragué saliva.
-Mikey… es algo…difícil
-tranquila- dijo mientras me abrazaba. Respire profundamente para tranquilizarme.
-esque ya…no se- dije con la voz entrecortada.
-¿no te habrán hecho daño?- dijo separándome de él bruscamente, a la vez que mantenía sus manos sobre mis hombros.
-¿Qué? No, no no- dije mientras negaba con la cabeza.
-Scarlet ¿Estás bien?- no, no lo estaba, pero no quería que se preocupase por mí.
-sí, estoy. Estoy bien. Perfectamente.- lo cierto es que no sonó nada creíble.
-No me mientas.
-es que, no sé qué hacer.
-¿Con qué?
- Con Gerard y Frank.
-entiendo. ¿Por qué no nos vamos a dar una vuelta? Así a lo mejor se te olvida un poco todo esto.
Asentí. Me ayudó a levantarme.
Nos alejamos de la gasolinera, y a medida que andábamos, se me iba olvidando todo.
-¿te apetece hablar de ello?- dijo
- No mucho la verdad- respondí.
Llegamos hasta unas rocas, mire hacia atrás, la gasolinera ahora era solo un puntito. Sonreí. Me gustaba ese sitio. Nos sentamos encima de una de las rocas.
-¿tienes frío?- me preguntó al ver que tenía los brazos cruzados.
-no, estoy bien-me giré para responderle, pero ya era tarde, se había quitado su chaqueta de cuero roja y se disponía a ponerla sobre mis hombros.
-gracias- dije mientras la sujetaba. Me guiñó un ojo.
-no sé qué hacer, es decir, es que, les quiero pero no sé a quién quiero- hice una pausa para mirarle, estaba allí sentado, mirándome, no se movía. -¿Mikey?- se echó el pelo hacia atrás.
-lo siento. Bueno, tal vez, debas preguntarte ¿Por qué les quieres?
-bueno, Gerard es tan…
-¿tan…?- dijo mikey.
Fue entonces cuando me di cuenta, ni siquiera sabía su apellido, no sabía absolutamente nada de él, solo sabía que tenía la sonrisa más bella del mundo.
-¿Sabes que es mi hermano no?- dijo mikey.
-¿Qué? ¿tu-tu hermano?- dije tartamudeando.
-sí, bueno, está claro ¿no?
-oh, ya lo entiendo, te ha dicho que salgas para preguntarme, eres imbécil. Sois imbéciles-me quité la chaqueta y se la tiré.
-Joder. Scarlet espera.- dijo levantándose. Yo ya estaba andando hacia la gasolinera.
-¡Espera¡ Gerard no me ha dicho nada, él ya sabe que- se calló. Volví hacia él.
-¿Qué es lo que sabe Gerard?- dije cabreada.
-Nada- dijo esquivándome.
-No, ahora exijo una explicación- dije agarrándole del codo.
-Scarlet, no es nada. Vámonos.- se dirigió hacia la gasolinera mientras se ponía la chaqueta.
-Mikey, me lo debes.- él se giró, me miró
-Ya no importa- me dijo muy serio.
- A mí si que me importa- dije mientras me acercaba más a él.
-¿ De verdad quieres saberlo?-dijo dando un paso hacia atrás, apartándose de mí. Tiré de él.
- Claro que quiero.
- Scarlet…yo…
Me encanta. Estoy enganchadita a este blog, no se por que, me imgaino que soy Scarlet, y me imagino la historia perfectamente. Deberias dedicarte a esto, a escribir, se te da MUY BIEN =). Se lo estoy recomendando a toda la gente que puedo. te lo repito, me encanta :) Un beso.
ResponderEliminarVeeesssss!! Lo que yo te decia secret!! que es una historia en la que te metes completamente!! y moolaa muuchoo!! xD (LL)
ResponderEliminartoda la razon, esque es verdad, me encanta, y el capitulo 6!! *-* LOL me encanta, deveras :)(L)(L)(L)
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